La bioimpedancia es otro método ampliamente utilizado para estimar el porcentaje de masa grasa. Está basado en el principio que los tejidos corporales varían su resistencia (impedancia) al paso de una corriente eléctrica.
Los electrodos se posicionan en diferentes partes del cuerpo (habitualmente en ambos pies o manos) y se aplica una corriente eléctrica de bajo voltaje, midiendo el tiempo que demora en recorrer desde un punto a otro.
Como la corriente se desplaza más lentamente en la grasa que en la masa magra (que tiene más contenido acuoso), el tiempo transcurrido permite estimar el porcentaje de tejido adiposo corporal. En humanos, tanto el estado de hidratación como la distribución del agua corporal pueden afectar la medición realizada (Koulmann 2000). Si una persona está deshidratada, la conducción se enlentece y podría aparecer falsamente con mayor porcentaje de masa grasa. Para tener una mayor confiabilidad en esta medida, se sugiere evitar la realización de ejercicio y el consumo de alcohol en las 12 horas previas a la prueba. Cuando es realizado en estas condiciones, la bioimpedancia permite resultados bastante reales, pero no entrega información respecto a distribución de la grasa.
Si una persona está deshidratada, la conducción eléctrica a través del cuerpo se enlentece y la bioimpedancia podría arrojar valores falsamente altos de masa grasa.