La creatina cognitiva.
Antes de nada vamos a explicar. Es un ácido orgánico presente en los músculos y el cerebro, es reconocida por sus efectos ergogénicos en el rendimiento deportivo. No obstante, también despliega una participación en la bioenergética del sistema nervioso, lo que podría tener un efecto nootrópico y procognitivo. Esto es especialmente relevante en situaciones de déficit de creatina debido a estresores agudos, ejercicio físico, privación de sueño, envejecimiento o ciertas patologías como el Alzheimer, lesiones cerebrales traumáticas leves, conmociones cerebrales o depresión.
Un estudio llevado a cabo por Prokopidis y colaboradores examinó la eficacia de la suplementación con creatina en el rendimiento de la memoria en individuos sanos. Los resultados indicaron que la suplementación con monohidrato de creatina en polvo mejoró el rendimiento de la memoria, especialmente en adultos mayores, en comparación con individuos más jóvenes.
Las mejoras en la memoria fueron más significativas en condiciones libres de estrés. Además, se encontró que dosis superiores a 5g/día no tuvieron un efecto adicional en el rendimiento de la memoria, demostrando que dosis más bajas, como 0,03 g/kg/día, fueron igualmente efectivas.
Sin embargo, dada la heterogeneidad de las personas, las condiciones físicas iniciales y los distintos métodos experimentales utilizados para evaluar las funciones cognitivas y mnésicas, junto con el tamaño modesto de la muestra de estudios, la evidencia se considera aún muy preliminar.
En conclusión, la creatina parece tener un potencial prometedor como suplemento para mejorar la memoria, especialmente en adultos mayores, y en situaciones de estrés