
La enfermedad celíaca
Empecemos por el concepto , es enfermedad inflamatoria del intestino delgado producida por la ingestión de trigo en individuos predispuestos (genéticamente).
El inicio de la enfermedad suele ser entre los 6 meses y los 2 años de edad, tras la introducción en la dieta de alimentos que contengan gluten. En este trastorno el daño de la mucosa del intestino delgado es el resultado de una sensibilidad permanente al gluten de la dieta. Se produce un aplanamiento de la superficie intestinal que provoca la disminución del área de absorción de los alimentos. La pérdida de esta superficie es la que delimitará el grado de los síntomas en cada individuo
El origen:
Existen 3 componentes que interactúan en la patogenia de la enfermedad, estos son:
− La toxicidad de determinados cereales.
− La predisposición genética.
− Los factores ambientales.
El trastorno se desarrolla tras la exposición dietética crónica a la proteína del gluten que se encuentra en el trigo, el centeno, la avena y la cebada. La actividad del gluten reside en la gliadina que sensibiliza a los linfocitos . La prueba de que existe predisposición genética tienen enteropatía sensible al gluten sintomático tienen un daño asintomático de la mucosa del intestino delgado.
La respuesta inmunitaria al gluten ocasiona una atrofia de las vellosidades,
una hiperplasia de las criptas y un deterioro de la superficie del epitelio del intestino delgado. La lesión es mayor en la porción proximal del intestino delgado y se extiende en sentido distal hasta una distensión.
Sospechas, manisfestaciones clínicas.
La enfermedad tiene un modo de presentación variable. En muchos casos puede pasar prácticamente desapercibida, lo más habitual es la presencia de una diarrea crónica con malabsorción; pérdida de peso; deficiencias nutricionales.
Puede presentarse dolor abdominal recurrente y asociado a flatulencia, distensión abdominal y movimientos intestinales anormales. La anemia se produce por malabsorcion de hierro, de ácido fólico y/o de vitamina B12. A veces se asocia a un cuadro de artritis con dolor, rigidez y cansancio.
Aparecen también síntomas del sistema nervioso, con sensación de quemazón y picor en la piel de las extremidades, contracciones musculares y dificultad para mantenerse de pie, con irritabilidad y alteraciones de la memoria