Introducción:
La infección por Helicobacter pylori es una afección que afecta a millones de personas en todo el mundo y está estrechamente relacionada con diversas enfermedades gastrointestinales. Esta bacteria gramnegativa coloniza el estómago humano y puede dar lugar a condiciones como gastritis crónica, úlceras pépticas e incluso cáncer gástrico en casos severos. Para un manejo integral y efectivo de esta patología, además del tratamiento médico convencional, la nutrición juega un papel crucial.
La dieta adecuada y el uso de suplementos bien seleccionados pueden ayudar a reducir la inflamación, promover la curación del tejido dañado y fortalecer el sistema inmunológico, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes con infección por H. pylori. En este artículo, exploraremos la nutrición más óptima para esta enfermedad y destacaremos los suplementos con mayor evidencia y beneficio para el manejo de la infección.
Nutrición óptima para la infección por Helicobacter pylori:
- Dieta rica en antioxidantes: Consumir una dieta rica en antioxidantes es esencial para combatir el estrés oxidativo causado por H. pylori en el estómago. Las vitaminas C y E, presentes en frutas como naranjas, fresas y kiwis, y en vegetales como brócoli y espinacas, pueden ayudar a reducir la inflamación y proteger el tejido gástrico.
- Incorporar probióticos: Los probióticos son microorganismos beneficiosos que pueden mejorar la salud intestinal y reducir la colonización de H. pylori. El consumo de alimentos fermentados, como yogur y chucrut, y la inclusión de suplementos probióticos específicos pueden ser beneficiosos para restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal.
- Aumentar el consumo de fibra: Una dieta rica en fibra ayuda a mantener una microbiota intestinal saludable y puede reducir la carga de H. pylori en el estómago. Opta por alimentos integrales, legumbres, frutas con cáscara y vegetales de hojas verdes para aumentar la ingesta de fibra.
- Omega-3 para reducir la inflamación: Los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados grasos como el salmón y las sardinas, nueces y semillas de lino, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas para pacientes con H. pylori.
Referencias:
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