Radicales libres
Los radicales libres son moléculas inestables y muy reactivas. Para conseguir la estabilidad modifican a moléculas de su alrededor provocando la aparición de nuevos radicales, por lo que se crea una reacción en cadena que dañará a muchas células y puede ser indefinida si los antioxidantes no intervienen.
Los radicales libres producen daño a diferentes niveles en la célula:
• Atacan a los lípidos y proteínas de la membrana celular por lo que
la célula no puede realizar sus funciones vitales (transporte de
nutrientes, eliminación de deshechos, división celular…).
El radical superóxido, O2, que se encuentra normalmente en el
metabolismo provoca una reacción en cadena de la
lipoperoxidación de los ácidos grasos de los fosfolípidos de la
membrana celular.
•Atacan al DNA impidiendo que tenga lugar la replicación celular y
contribuyendo al envejecimiento celular.
Los procesos normales del organismo producen radicales libres como el
metabolismo de los alimentos, la respiración y el ejercicio. También
estamos expuestos a elementos del medio ambiente que crean radicales
libres como la polución industrial, tabaco, radiación, medicamentos,
aditivos químicos en los alimentos procesados y pesticidas. No todos los
radicales libres son peligrosos pues, por ejemplo, las células del sistema
inmune crean radicales libres para matar bacterias y virus, pero si no hay
un control suficiente por los antioxidantes, las células sanas pueden ser
dañadas.
Antioxidantes
Un antioxidante es aquella sustancia que presenta bajas concentraciones
respecto a la de un sustrato oxidable(biomolécula) que retarda o previene
su oxidación.
Los antioxidantes que se encuentran naturalmente en el organismo y en
ciertos alimentos pueden bloquear parte de este daño debido a que
estabilizan los radicales libres.
Son sustancias que tienen la capacidad de inhibir la oxidación causada por los radicales libres, actuando algunos a nivel intracelular y otros en la membrana de las células, siempre en conjunto para proteger a los diferentes órganos y sistemas.
Existen diferentes tipos de oxidantes:
•Antioxidantes endógenos: mecanismos enzimáticos del organismo
(superóxidodismutasa, catalasa, glutatión peroxidasa, glutatión y la
coenzima Q-). Algunas enzimas necesitan cofactores metálicos
como selenio, cobre, zinz y magnesio para poder realizar el
mecanismo de protección celular.
•Antioxidantes exógenos: son introducidos por la dieta y se
depositan en las membranas celulares impidiendo la
lipoperoxidación(vitaminas E y C y del caroteno).

En el café existen unos excelentes antioxidante que son los flavonoides,
compuestos polifenólicos.
Un nutriente tiene propiedades antioxidantes cuando es capaz de neutralizar la acción oxidante de la molécula inestable de un radical libre sin perder su propia estabilidad electroquímica. El organismo está luchando contra radicales libres a cada momento del día, pero el problema se produce cuando tiene que tolerar de forma continuada un exceso de radicales libres. El exceso es producido sobre todo por contaminantes externos que entran a nuestro cuerpo.
La contaminación
El humo del tabaco, los herbicidas, pesticidas o ciertas grasas
son algunos ejemplos de elementos que generan radicales libres que
ingerimos o inhalamos. Este exceso no puede ya ser eliminado por el
cuerpo y, en su labor de captación de electrones, los radicales libres
dañan las membranas de nuestras células, llegando finalmente a destruir
y mutar su información genética, facilitando así el camino para que se
desarrollen diversos tipos de enfermedades. La acción de los radicales
libres está ligada al cáncer así como al daño causado en las arterias por el
colesterol “oxidado”, lo que relaciona directamente estas moléculas con
las enfermedades cardiovasculares.
Estrés oxidativo
Los radicales libres oxidan muchas estructuras biológicas, dañándolas. Es
lo que llamamos el daño oxidativo, importante causa del envejecimiento, el
cáncer, la ateroesclerosis, los procesos inflamatorios crónicos y las
cataratas, que son las más características.
En determinadas circunstancias, la producción de radicales libres puede
aumentar en forma descontrolada, situación conocida con el nombre de
estrés oxidativo. El concepto expresa la existencia de un desequilibrio
entre las velocidades de producción y de destrucción de las moléculas
tóxicas que da lugar a un aumento en la concentración celular de los
radicales libres. Las células disponen de mecanismos de protección del
efecto nocivo de los radicales libres basado en un complejo mecanismo de
defensa constituido por los agentes antioxidantes.
El estrés oxidativo ocurre en los organismos que, por mala nutrición,
enfermedad u otras causas, pierden el equilibrio entre radicales libres y
antioxidantes.
Es en esta situación de estrés oxidativo en la que se manifiestan las lesiones que producen los radicales libres, que reaccionan químicamente con lípidos, proteínas, carbohidratos y ADN al interior de las células, y con componentes de la matriz extracelular, por lo que pueden desencadenar un daño irreversible que, si es muy extenso, puede llevar ala muerte celular.
Enfermedades o procesos asociados al daño oxidativo en las moléculas
biológicas:
•Envejecimiento: Peroxidación de los ácidos grasos de la
membrana celular y daño del ADN.
•Ateroesclerosis: Peroxidación de lípidos en las partículas de LDL
con daño de otros componentes.
•Cáncer: Daño del ADN.
•Cataratas: Modificaciones irreversibles en las proteínas.
•Cuadros Inflamatorios Crónicos: Activación de genes relacionados
con la respuesta inflamatoria.
Los radicales libres contribuyen al proceso del envejecimiento cuando
toman el electrón que les hace falta de las células del tejido colágeno de la
piel, dando como consecuencia, que la piel pierda su elasticidad al
dañarse las fibras elásticas y la aparición precoz de arrugas y sequedad.
Los radicales libres también pueden contribuir al crecimiento anormal de
las células, al perder éstas la capacidad de “reconocer” las células
vecinas. Esa proliferación sin control se produce en los tumores benignos
o malignos (cáncer).
Los radicales libres son moléculas que se derivan del oxígeno, están en
continua formación en las células del organismo, y en pequeñas
cantidades no producen efectos tóxicos. En situación normal la producción
de radicales libres es constante en una concentración determinada, y son
neutralizados por las defensas antioxidantes, estas pueden ser sustancias
propias del organismo (las enzimas antioxidantes), o pueden ser
sustancias que vienen con los alimentos (la vitamina C, la E y el Beta
caroteno, flavonoides, etc.).