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Uso de L- Carnitina en vacas lecheras de alta producción

por Jesus Marquez / jueves, 21 marzo 2019 / Publicado en Alimentación

La base para un buen estado de salud y rendimiento reproducti-vo consiste en adaptar bien los conceptos de la alimentación durante el secado y los días inmediatamente anteriores y posteriores al parto. Durante el periparto, la vaca debe afrontar la transición desde la gestación a la lactación mediante muchas adaptaciones fisiológicas.

Esto la hace susceptible a muchos trastornos metabólicos. En muchos casos, las vacas llegan a un balance energético negativo durante la última fase de la gestación por disminución de la ingesta de materia seca, que se potencia por una elevada producción de leche cuando empieza el periodo de lactación. Para respaldar el aumento de la demanda para la síntesis de la lactosa, de la grasa y de la proteína de la leche, se moviliza grasa del organismo procedente del tejido adiposo. Un exceso de movilización de grasa del organis-mo se refleja en un incremento de las concentraciones plasmáticas de NEFA (ácidos grasos no esterificados). La cantidad de NEFA libre puede superar la capacidad de oxidación y secreción de lípidos del hígado, y comportar un exceso de formación de cuerpos cetónicos y de almacenamiento de ácidos grasos, como los triglicéridos, en el hígado. El desarrollo del síndrome del hígado graso podría conside-rarse literalmente un círculo vicioso. Si la función hepática está dañada aumenta aun más el déficit energético de la vaca, lo cual da lugar a una movilización adicional de grasa del organismo. El descontrol metabólico aumenta aun más con los ácidos grasos libres y su influencia en el hígado.

Uso de L- Carnitina en vacas lecheras de alta producción 35nº 24Hasta un 50% de las vacas pueden desarrollar un caso de hígado graso durante las primeras 4 semanas postparto (Bobe y cols., 2004; Jurritsma y cols., 2002). Esto suele tener una influen-cia negativa en el estado de salud de la vaca porque una función hepática dañada favorece el desarrollo de otros trastornos que tienen lugar durante el postparto, como la cetosis, la metritis, el desplazamiento del abomaso y la supresión inmunitaria. También se ha observado un descenso del rendimiento reproductivo (Jurritsma y cols., 2002; Bobe y cols., 2004).Existen varias formas de estabilización y de mejora del esta-do metabólico en vacas lecheras de alta producción. Es bastante habitual la adición de sustancias glucoplásticas a la dieta, como el propilenglicol, la glicerina o el propionato de sodio. Estos com-ponentes que se metabolizan en el rumen y en un hígado sano, pueden contribuir directamente a la gluconeogénesis. Un enfoque aun más importante, aunque casi desconocido, podría ser el uso de L-Carnitina. La carnitina sirve de co-factor a los ácidos activados, principalmente ácidos grasos, y por tanto ejerce una influencia directa en el metabolismo de las grasas. Mediante la carnitina, los ácidos grasos activados son transportados al interior de las mitocondrias, donde se utilizan para generar energía. L-Carnitina refuerza los tres procesos metabólicos siguientes en el hígado de los rumiantes: • En primer lugar tiene una función crucial de aporte de energía a las células hepáticas. Sin suficiente L-Carnitina no se dispone del respaldo óptimo para las distintas funciones hepáticas. • En segundo lugar, L-Carnitina posibilita una elevada tasa de renovación de ácidos grasos originados por la movilización del propio tejido adiposo y, por tanto, evita un desborda-miento de lípidos en el hígado. Sólo se forma una cantidad moderada de cuerpos cetónicos, que pueden utilizarse con fines energéticos. Esto comporta, como efecto retrógrado asociado, una estimulación sólo moderada de la lipólisis. Al mismo tiempo disminuye el riesgo de desarrollo del sín-drome del hígado graso. De esta forma se puede detener el mencionado ciclo de exceso de NEFA en el hígado seguido de una acumulación de triglicéridos, del desarrollo de híga-do graso y del aumento de la lipólisis. AUMENTA VITALIDADAUM ENTA EFICI ENCIAUn efectivo metabolismo energético es la base para unos nive-les de alta producción y buena salud durante el primer periodode lactación. L-Carnitina desempeña un papel clave en estecontexto.CARNIPASS es una gran fuente de L-Carnitina disponible. Laspérdidas significativas de L-Carnitina que aparecen en periodosde balance energético negativo durante el periodo de alta lacta-ción pueden ser compensados por una suplementación deL-Carnitina y de esta manera prevenir estas situaciones meta-bólicas críticas.CARNIPASS>mejora el suministro energético en el periodode lactación>aumenta el contenido de glucosa y reduce losácidos grasos libres en sangre>reduce la aparición delsíndrome del hígado graso>reduce el riesgo de cetosis>mejora la función reproductoraLOHMANN ANIMAL HEALTH GmbH & Co. KGHeinz-Lohmann-Str. 4 · 27472 Cuxhaven · GermanyTel. +49 4721-747 0 · Fax +49 4721-747 124 · www.lah.deContacto en España:Th. Ihnen 609 – 831 357 · Ramir Pérez 692- 732 268CARNIPASSL-Carnitina protegida frentea la acción del rumen.

En tercer lugar, la carnitina actúa amortiguando las ter-minaciones acil originadas en la movilización de grasas. La carnitina libre se esterifica a acetil- o acil- carnitina y puede liberarse pasando del hígado a la sangre. Aunque el contenido total de carnitina plasmática suele estar for-mado por un 90% de carnitina libre y por sólo un 10% de acetil-carnitina, esta proporción pasa a ser prácticamente 1:1 durante la cetosis (Harmeyer, 1998). Esta fracción extremadamente elevada de carnitina en forma de acetil-carnitina deja de estar disponible para otras funciones metabólicas y de ese modo reduce la función hepática. Un aporte suficiente de carnitina vía pienso, no es sólo un importante mecanismo preventivo para optimizar la función hepá-tica, sino también crucial para futuros trastornos cetónicos. Las funciones de la carnitina anteriormente mencionadas, así como sus influencias en el estado metabólico de las vacas lecheras se han demostrado en varios trabajos de investigación. La adición de L-Carnitina potenció el uso de las grasas y conllevó una disminución de la concentración de grasa en el hígado (LaCount y cols.,1995; Carlson y cols., 2006). Al añadir carnitina al pienso también se ha reducido la concentración plasmática de cetona (Erfle et al., 1970, 1973).

Aparte de su función en la profilaxis de la cetosis, la carnitina desempeña un importante papel en el rendimiento reproductivo. Ciertos estudios con cerdos han puesto de manifiesto que la carni-tina adicional ejerció una influencia significativa en la estimulación de las hormonas del crecimiento tipo insulina y en la IGF (Waylan y cols., 2005, Musser y cols., 1999, Woodworth y cols., 2007). La IGF influye en la cantidad de folículos, en el crecimiento folicular, en el desarrollo y la calidad del folículo dominante y en el desarrollo y la calidad del ovocito. Por tanto, la eficiencia de la IGF depende de la concentración de insulina. En vacas lecheras, el balance energético negativo con acumulación asociada de triglicéridos en el hígado da lugar a un descenso de la concentración de insulina y de IGF-I en el plasma. Esto influye negativamente en la función ovárica y en el desarrollo embrionario (Kawashima y cols., 2007; Jorritsma y cols., 2002, Webb y cols., 2004). Así pues, si se aumenta la concentración de IGF-I y de insulina mediante la adición de carnitina, se puede aumentar el rendimiento reproductivo de las vacas lecheras. Este aumento de fertilidad se ha observado en estudios con búfalas (Noseir et al., 2003) y en estudios de campo llevados a cabo con vacas lecheras. Con el suplemento de carnitina desde el principio del secado hasta por lo menos 100 días después del parto se han conseguido buenos resultados. Un suplemento con carnitina conllevó una reducción de las pérdidas de masa corporal durante el primer mes de lactación y redujo el intervalo de tiempo trans-currido desde la primera ovulación hasta el primer estro. Dicho suplemento con carnitina también redujo el periodo de tiempo transcurrido desde la primera monta hasta la primera concepción (Noseir et al., 2003).Dado que hasta cierto punto las bacterias ruminales degradan la carnitina (LaCount et al., 1996), es importante proporcionar car-nitina en una formulación protegida frente a la acción del rumen. De esta forma se puede garantizar una reabsorción casi completa en el intestino delgado y una efectividad óptima. El aumento de las concentraciones de carnitina en el plasma, el organismo y el tejido muscular se retrasa hasta el momento de la ingesta. Por tanto, se recomienda una dosis de 10 g de CARNIPASS (equivalente a 2,0 g de L-carnitina) por animal y día, empezando 3 semanas antes del parto y manteniéndola durante la fase de elevado rendimiento de la lactación. El uso de L-Carnitina es una oportunidad prometedora de optimización de la alimentación durante el periparto de las vacas lecheras. En combinación con compuestos glucoplásticos, se puede esperar una contribución considerable a la estabilización meta-bólica, así como una mejora del rendimiento total y reproductivo durante este periodo crítico

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Informático, analítico y metódico. Práctico deportes, soy dietista. Fan de Hipócrates y su lema: "Que tu medicina sea tu alimento y el alimento tu medicina" ¡Un placer conocerte!

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